Cuando hablamos de porteo ergonómico siempre hay un gran protagonista que son las piernas y la colocación de la cadera. Muchas familias ya saben que un bebé no debe «colgar» de un portabebé, y manjean conceptos como la postura en M de las rodillas del niño. Pero el porteo ergonómico no se trata solamente de la cadera, uno de los punto más importantes que tenemos que observar para distinguir un portabebés ergonómico de uno que no lo es el soporte que ese sistema de porteo ofrece a la espalda del niño. Vamos a resumir 3 aspectos a tener en cuenta:
- A qué altura de la espalda queda el portabebés:
Nuestros bebés crecen y se desarrollan y sus capacidades físicas no son las mismas con 6 semanas que con 6 meses. En cada momento de su desarrollo el sistema que utilicemos debe o puede quedar a una altura diferente. Distinguimos principalmente 3 fases:
– Cuando no hay control cefálico: Cuando nuestro bebé aun no sujeta la cabeza, este soporte se lo debe ofrecer el portabebé, pero a su vez tenemos que ser capaces de controlar en todo momento sus vías respiratorias. Por tanto, la altura recomendable en esta fase sería que el portabebé llegara hasta la mitad de la oreja del niño.
– Cuando si hay control cefálico: Cuando ya son capaces de sujetar la cabeza correctamente ya no es necesario que les ofrezcamos ese soporte y además es probable que el bebé no se deje tapar tanto. En ese momento es suficiente con que el portabebés llegue hasta el cuello o la parte superior de los hombros, dejando toda la espalda cubierta pero la cabeza libre.
OJO: Las capuchas de las mochilas están pensadas para que sujeten la cabeza en el caso de que se duerman si el bebé lo necesita.
– Cuando ya se sientan solos: Si el bebé se sienta solo la espalda tiene fuerza suficiente como para sostenerse por si misma, por lo que podemos, si es necesario, dejar el portabebés a la altura de la axila. A determinadas edades algunos niños pueden no querer ser porteados por sentirse «encerrados» y el hecho de que puedan sacar los brazos les da algo más de libertad. Por contra, hay niños que por ejemplo para dormir prefieren tener más apoyo y prefieren que les llegue hasta la parte superior de los hombros. Es importante que estén cubierto siempre al menos hasta las axilas (mitad superior de la espalda) para que tengan un apoyo correcto y no puedan caerse si se vuelcan hacia atrás.
- De que material está fabricado el sistema de porteo:
Antes de que el bebé se siente solo necesita un material 100% adaptable a su cuerpo, como por ejemplo la tela de fular (en tela de fular no solo hay fulares, también bandoleras, mochilas, etc). Los materiales menos adaptables como la loneta no son aptos hasta que el bebé no se sienta solo porque no se pueden adaptar a la curva en forma de C que hace la espalda de un bebé a esta edad.
- Como se adapta el sistema de porteo al cuerpo del bebé:
Todo sistema de porteo que se utilice antes de que el niño se pueda sentar solo tiene que ser adaptable a su cuerpo, sujetar la espalda punto por punto o poder regularse en alto y ancho para adaptarse con exactitud a la talla y necesidades del bebé. Aquellas mochilas preformadas que no se puedan regular son aptas desde que el bebé se sienta solo, aunque tengan adaptadores.
Esto son unas directrices generales para que antes de comprar un sistema de porteo, cualquier padre pueda distinguir por si mismo si lo que está comprando se adapta a las necesidades de su hijo o no. Y ante cualquier duda recuerda contactar siempre con una asesora de porteo que resuelva tus dudas.